Se anticipa una fuerte discusión en torno al reglamento y el juego de mayoría y minoría, que subirá todavía más la tirantez que se percibió en los últimos días entre el oficialismo y la oposición.
El protocolo acordado en el Senado para las sesiones remotas caducará en dos semanas, pero ante la intención del oficialismo de prorrogarlo y eliminar la restricción sobre los temas a tratar la oposición evalúa hacer valer su número para dar pelea, debido a que viene denunciando su incumplimiento.
La bancada de Juntos por el Cambio mantendrá una reunión el próximo lunes para definir cuál será su postura ante la posible prórroga de las sesiones por videoconferencia, que fueron establecidas por un plazo de 60 días a través del decreto firmado por la vicepresidenta Cristina Kirchner el pasado 4 de mayo y aprobada por unanimidad el 13 de mayo.
En las últimas semanas el protocolo fue motivo de fuertes peleas, dado que la oposición acusa al Frente de Todos de no cumplir con el artículo que indica que en las sesiones “virtuales” deben tratarse “medidas específicas” que “sean necesarias para combatir el Covid-19 y sus consecuencias”.
Días atrás, el jefe del bloque del Frente de Todos, José Mayans, señaló que “en principio” la idea era “acompañar en la emergencia” con los proyectos de ley, pero “pueden surgir temas que salgan de la emergencia”, tras lo cual anticipó que van a cambiar el protocolo “para ampliar los temas”.
Si bien el oficialismo tiene mayoría, en la oposición sostienen que el protocolo, por ser una “alteración” del reglamento, requiere del acompañamiento de los dos tercios de los presentes para ser modificado.
Fuentes del interbloque de Juntos por el Cambio señalaron a NA que algunos senadores de la bancada sostienen la postura de “no darle al oficialismo ni los dos tercios para modificarlo ni la prórroga para las sesiones telemáticas”.
En este sentido, la oposición confía en su número, dado que días atrás lograron reunir a 29 legisladores para trabar el tratamiento de dos proyectos de ley que requerían una mayoría de dos tercios.
Quienes sostienen esta postura dura ante la intención del Frente de Todos argumentan que para aprobar el protocolo el oficialismo necesitó del acuerdo de la oposición porque de otra forma “lo hubiera sacado por simple mayoría, si tienen los votos”.
Por esta razón, se anticipa una fuerte discusión en torno al reglamento y el juego de mayoría y minoría, que subirá todavía más la tirantez que se percibió en los últimos días entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio.